sábado, 19 de marzo de 2011

Una tortuga romántica

Una tortuga llega a paso lento hasta el borde de un acantilado. A los pies del acantilado, muy abajo, la arena, las rocas, el mar, y el horizonte lejano. La tortuga lo contempla con un aire melancólico: siente la pequeñez del individuo en relación a la naturaleza que la rodea.

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